Rutas Cantalejo

También vale como ruta: VII Media Maratón de Cantalejo.

Existe un antes y un después.


Dos amigos, miembros de la cuadrilla, con grandes aspiraciones de terminar una media maratón, Cantalejo - Aldeosancho – Sebulcor - Cantalejo. Uno de ellos veterano, el otro busca su primera experiencia. En los primeros metros el veterano frena el ímpetu del novato y ambos se estabilizan en un tiempo de 5’30” por kilómetro. En el Km 3, un corredor pequeñito pero curtido maratoniano, intenta asociarse con nosotros buscando un paso estable, pero termina por darse cuenta que nuestro trote es más lento y acelera para acercarse al siguiente grupo. Entre el Km 4 y 5 tomamos agua para paliar nuestras primeras sensaciones de cansancio, sin perder de vista a nuestro pequeño corredor. La goma se hace más ostensible, tanto por delante como por detrás, el espacio aumenta, pero nuestra fuerza interior no ha disminuido, Sebulcor a la vista, nos motiva. Nos sigue una persona en bicicleta, miembro de la organización, que nos pregunta si necesitamos algo. Nuestra respuesta es clara “y si nos enganchamos en la parte de atrás y nos llevas”-Se ríe. Nuestro pequeño corredor, seguro en su carrera, sigue a la vista en el km 6.
Los siguientes 5 km son claves, la distancia no es mucha pero llevamos en las piernas cansancio y pesadez. La carretera tira hacia arriba de forma constante y sostenible y nuestro pequeño corredor se diluye en la distancia. Otros corredores nos pasan sin dilación y seguros de si mismo pero no supone deterioro en nuestra meta. En el Km 8 nos pasa por la derecha un corredor con una camiseta que reza “rápidas tortugas” ¡Qué simpático! ¡Qué majete!. Nuestra meta se acerca, 10 km serán suficientes para sentirnos orgullosos.

Hemos finalizado la carrera con la cabeza bien alta y como recompensa nos espera una ducha caliente y un cuarto de cordero, que en el fondo era nuestro GRAN objetivo.

Recorrido: 10 km
Dificultad: Toda y depende de tu capacidad física
Época del año: evita el cierzo del Norte

Próxima carrera: 10 Km por el campo entre los pinares y lagunas de Cantalejo y luego un rico cordero



Luna llena en las lagunas de Cantalejo

Un noche entre pinares, si es con luna llena mejor. Las lagunas de Cantalejo te ofrecen un recorrido, cómodo y fácil.

Por la carretera de Cuellar, antes de salir de Cantalejo, parte un camino asfaltado, que te llevará durante 2 km, entre siembra, explotaciones de ganado y fincas particulares, a Nuestra Señora del Pinar. A la izquierda de la Ermita sale un camino de tierra que finaliza en un aparcamiento después de haber recorrido aproximadamente  1.500 m.

Solo te queda disfrutar, durante 1 hora, de pinares, lagunas y un firmamento luminoso y completo.
Nuestros bisabuelos y abuelos que tenían la noche como techo y necesitaban las estrellas para orientarse, te podrían explicar donde se situarían, Vénus, las tres marías, La Osa Mayor, el carro y el camino de santiago


Recorrido: 3 km aproximádamente
Dificultad: fácil
Época: Primavera, Verano y Otoño
Casetas para la obervación de aves acuáticas en las lagunas, La Muña, Navalayegua

El último bandolero

La llanura segoviana esconde lugares secretos por los que el viajero suele pasar de largo. A 24 kilómetros de Segovia, siguiendo la autovía de Valladolid y después la CL-603 en dirección a Cantalejo, se llega al pueblo de Peñarrubias de Pirón, de donde parte una senda señalizada que se adentra, emboscada entre chopos y fresnos, en los cañones de los ríos Pirón y Viejo. En estos parajes inició sus fechorías Fernando Delgado Sanz (1846-1914), último bandolero de la sierra de Guadarrama. Varias casas rurales en Peñarrubias ofrecen alojamiento y actividades por la zona.

Recorrido: 5 km
Dificultad: media
Época: Primavera, Otoño

Villa de Fuentidueña
 
Si en vuestro itinerario gastronómico, Sacramenia es la llegada, no dudes en comerte un buen cordero en la carnicería Maribel (que no te haga dudar, dentro tienes un pequeño restaurante para chuparse los dedos). Antes o después, el orden los marcáis vosotros, podréis visitar la Villa de Fuentidueña que se alza sobre un promontorio, antaño una fortaleza, desde la que se divisa, en la época medieval fue un gran señorio, una vista espectacular de la rivera del río Duratón y la villa. Si la visita en con niños, al final del puente medieval, tenéis un bar restaurante y zona de recreo, junto al río.  Si el calor apremia no se duda, al río a darse un chapuzón

Desde el puente, dirección al campo de futbol  y el frontón, parte un camino que te lleva  a la presa de Vencías o al mirador de San Blas a 1.014 m de altitud. Un recorrido de no más de 4,5 km desde el que podrás observar la tierra de pinares, la villa y la extensión del río.

Recorrido: 4,5 km
Dificultad: media.
Época: primavera, otoño y verano
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